¿Cómo preparar tu casa y qué ropa usar para la recuperación de una cirugía de hombro?

Vas a llegar a casa después de ser dado de alta de tu cirugía de hombro y lo primero que te encuentras es que es difícil cumplir con movimientos tan sencillos para realizar cosas básicas como girar la perilla de las puertas, levantar tu taza de café, e incluso asearte con comodidad. Comienzas a darte cuenta de qué le preguntaste a tu médico sobre todo lo que te preocupaba que iba a suceder en la cirugía, desde el proceso de llegar al hospital hasta las preguntas básicas en en cuánto tiempo ibas a estar regresando a tus actividades normales.

Generalmente no se hablan de las cosas básicas y sencillas con las que te enfrentarás en tu casa y sería mejorar estar preparado o preparada para ello.

En esta entrada vamos a darte los mejores tips que hemos recopilado para volverte la vida más sencilla en este periodo de incapacidad.

1. Organiza tu casa o departamento de manera que las cosas sean sencillas de realizar o tener a la mano.

Esto puede no ser un problema si vives con algún familiar que pueda estar ayudándote la mayor parte del tiempo, pero viviendo solo puede ser realmente una pesadilla. 

Asegúrate de tener agua potable suficiente. Cargar el garrafón y colocarlo sobre algún dispensador va a ser imposible en las primeras etapas. Puedes comprar algún dispensador que no necesite voltear el garrafón, como aquellos que funcionan con una bomba manual, o puedes también conseguir uno que funciona de manera electrónica y puedes cargar mediante USB. 

2. Piensa en organizar tus espacios de descanso. 

Aunque seas de sueño muy pesado podrías llegar a sufrir un poco de encontrar la mejor posición para dormir ya que seguramente no podrás estar totalmente acostado. Acerca varias almohadas o cojines de diferentes tamaños y formas para que puedas encontrar la mejor opción para dormir. Lo más seguro es que tengas que estar en una posición entre sentado y acostado, coloca almohadas en tu espalda para darte soporte y coloca otras atrás de tu brazo operado para mantenerlo cómodamente cercano a ti. 

3. Prepara tu ropa con anterioridad.

Busca en tu clóset todo tipo de ropa cómoda y holgada. Quizás la vestimenta no te suene en este momento a un problema, pero considera que será difícil mover tu hombro por dos razones: indicación de tu médico y por la cirugía como tal. 

4. Si tienes mascota y salen a pasear todos los días o regularmente será mejor que alguien haga estos paseos por ti al menos por unos días.

Contrata con anticipación a un paseador ya sea que te lo recomiende alguien o por medio de alguna de las aplicaciones de celular más comunes. Quizás tu mascota sea bien portada y no jale al pasear, pero querrás evitar toda posibilidad de tener que jalar la correa.

5. Pide ayuda a algún familiar o amigo y/o amiga cercanos. 

Quizás para cosas básicas como acompañarte a lugares, pasarte las cosas de la alacena o incluso para hacerte compañía o simplemente platicar en este tiempo de obligado reposo. 

6. El aseo personal puede ser un problema del que pocos suelen hablar.

Si tu cirugía fue en tu hombro dominante (si eres diestro y te operan el hombro derecho), limpiarte después de ir al baño o asearte debidamente al tomar una ducha puede ser muy complicado. Hay personas que deciden comprar un bidet o bidé para colocarlo como extensión a la taza del baño. Mantén tus uñas limpias y cortas, y tómate estas actividades con calma y sin prisa.

7. Prepárate para salir de tu zona de confort.

Ya hablamos de que será un poco difícil realizar actividades sencillas como lavarte el cabello y vestirte rápidamente, pero vale la pena enfatizar que te sentirás fuera de tu lugar de comodidad. Es normal que levantar una taza sea una actividad que te canse demasiado; usar el teclado de tu computadora o intentar escribir en tu celular también pueden parecer actividades que estamos acostumbramos a hacer en automático, pero te lo decimos por experiencia “sé paciente contigo cuando te des cuenta de que este tipo de actividades aparentemente tan sencillas se han vuelto muy complicadas”. Recuerda que es un proceso que iniciaste tomando la decisión de estar mejor en un futuro cercano, y que como todo proceso, tendrá un fin.

Si caes en la desesperación de no poder hacer cosas que parecen simples como cepillarte los dientes o quitarte el shampoo del cabello, tómate unos minutos para respirar y evaluar la situación. Recuerda que es un proceso que va a terminar, y pronto éstas actividades volverán a ser casi automáticas. Aprovecha la situación para usar tu otra mano, esto además de volverte más hábil mejorará tu plasticidad cerebral.

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